HISTÓRICO JUICIO EN LA HAYA
POR LA DESTRUCCIÓN DEL PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD


MALI - Hoy comenzó el primer proceso ante la Corte Penal Internacional por la demolición de antiguos mausoleos y mezquitas en Tombucutú. 

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Hoy comenzó el primer e “histórico” juicio ante la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya por la demolición de bienes del patrimonio de la humanidad, en concreto por la destrucción causada en Tombuctú (Mali) por yihadistas.

La apertura de este proceso histórico, que fue llevado por las propias autoridades malienses ante la CPI, es un acontecimiento importante”, afirmó una portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior en un comunicado.

Tombucutú, en Mali./ AFP
      Tombucutú, en Mali./ AFP
En el proceso se juzga al yihadista Achmad al Mahdi al Faqi, alias “Abu Turab”, quien admitió ante la Corte su responsabilidad en la destrucción de varias construcciones protegidas en la ciudad maliense de Tombuctú, pertenecientes a la lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.
“Me arrepiento de lo que hice y pido perdón”, dijo el ex líder rebelde en el comienzo del proceso internacional.
La milicia Ansar Dine, aliada de Al Qaeda, destrozó en el verano (boreal) de 2012 varias tumbas sagradas medievales y una mezquita en la ciudad oasis de Tombuctú, en el norte de Mali, lo que generó una oleada de indignación internacional.
El acusado Achmad al Mahdi al Faqi, alias "Abu Turab", comparece ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (Mali)./ EFE
El acusado Achmad al Mahdi al Faqi, alias “Abu Turab”, comparece ante la Corte Penal Internacional (CPI) en La Haya por la destrucción de bienes patrimonio de la humanidad en Tombuctú (Mali)./ EFE


El acusado dirigía la “policía moral” de los yihadistas y, según la fiscalía, ordenó la destrucción del patrimonio histórico. En los videos presentados por la acusación, el propio Al Mahdi aparece con golpeando con un hacha las antiguas pareces de adobe. En aquel entonces, lo justificó como “defensa del islam verdadero”.
El de Mali es el primer proceso sobre destrucción de patrimonio cultural, considerado crimen de guerra por la legislación penal internacional. Según la fiscal jefe, Fatou Bensouda, no se trata sólo de piedras, sino de “destrozar las raíces de todo un pueblo”. Estos ataques, añadió, suelen ser un paso previo a “ataques contra personas”.
Los restos de un antiguo mausoleo destruido por los yihadistas en Tombuctú, Mali. / Reuters
Los restos de un antiguo mausoleo destruido por los yihadistas en Tombuctú, Mali. / Reuters

Para la CPI se trata de un proceso histórico: es el primero sobre crímenes de guerra en Mali y por primera vez, un yihadista se sienta en el banquillo de los acusados.
 La fiscalía pide para él entre nueve y 11 años de cárcel. Por el momento no se sabe cuándo se dictará sentencia.Vestido con un traje oscuro, camisa azul y una corbata a rayas, Al Mahdi se mostró en todo momento colaborador y respondió a las dudas del tribunal.
La destrucción del patrimonio mundial de la humanidad./ AFP
    La destrucción del patrimonio mundial de la humanidad./ AFP
Aseguró que nunca estuvo convencido de que la destrucción de monumentos históricos y religiosos fuera lo correcto, pero que se limitó a obedecer órdenes.

“Estoy contra todo acto de destrucción de mausoleos (…). Es una falta grave por mi parte, por eso he pedido perdón”, indicó.
Además, hizo un llamamiento a los musulmanes para que “no se impliquen” en actos similares a aquellos en los que él ha participado.
El acusado, tuareg nacido en una localidad a 100 kilómetros de Tombuctú, fue entregado a la CPI por las autoridades de Níger el 25 de septiembre de 2015, tras una orden de detención emitida por la corte contra el días antes.


El muro que rodea a la mezquita de Djingareyber, en Tombuctú. / AFP
El muro que rodea a la mezquita de Djingareyber, en Tombuctú. / AFP

Como jefe de la brigada islámica de la moral, el acusado habría ordenado y participado en los ataques contra los mausoleos,destruidos a golpe de pico, azada y punzón.
Tombuctú, conocida como la “ciudad de los 333 santos”, venera en sus mausoleos una serie de personajes que, según los expertos malíes del islam, están considerados como los protectores de la ciudad y a quienes los creyentes acuden para pedir bodas, implorar lluvia o luchar contra enfermedades.
Estos ritos chocan con la visión fundamentalista del islam, cuyos seguidores intentaron erradicarlos antes de destruir los mausoleos, según la acusación.
“Estos edificios eran los más conocidos de Tombuctú y formaban parte de su herencia histórica, de la historia de Mali y del mundo enteró”, dijo durante la audiencia la fiscal Fatou Bensouda.

Yihadistas destruyen con picos un antiguo mausoleo en Tombuctú, Mali. / AFP
Yihadistas destruyen con picos un antiguo mausoleo en Tombuctú, Mali. / AFP
Organizaciones defensoras de derechos humanos han celebrado el inicio del proceso, pero no obstante criticaron que Al Mahdi no sea juzgado por otros crímenes como asesinatos y violaciones. Según declaró al respecto un portavoz del tribunal, si hay pruebas suficientes podría abrirse un segundo caso contra él.“La destrucción durante la ocupación yihadista del norte de Mali en 2012, varios monumentos históricos en Tombuctú, incluidos numerosos mausoleos y mezquitas, fue un ataque contra el patrimonio cultural de Mali y el conjunto de la humanidad”, manifestó la portavoz del Servicio Europeo de Acción Exterior.“Para la Unión Europea, la cultura no sólo es la base de toda la sociedad, sino también es un factor importante del desarrollo económico y social, la reconciliación y la paz duradera”, aseguró la portavoz.Este juicio podría sentar un precedente en el mundo, máxime cuandola lista de sitios en peligro no para de aumentar.Una de las incorporaciones recientes fue la ciudad antigua de Palmira, parcialmente destruida y saqueada por el ISIS.


Fuente: diariodecultura.com.ar

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