EL ARCHIVO DE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ
SE MUDA A ESTADOS UNIDOS

El manuscrito de "Cien años de soledad".
   El manuscrito de "Cien años de soledad".
Julieta Roffo

Si el Centro Harry Ransom, que depende de la Universidad de Texas en Austin, lleva al día su libro de inventario, va a tener que agregarle algunos activos: ayer anunció que acaba de adquirir el archivo de Gabriel García Márquez. Esto significa que compró los manuscritos originales de diez libros –entre los que se cuentan Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y Memoria de mis putas tristes–; adquirió también unas 2.000 cartas de su correspondencia, algunas firmadas por Carlos Fuentes y Graham Greene; compró varias máquinas de escribir Smith Corona y algunas computadoras Apple en las que Gabo escribió sus obras, y más de cuarenta álbumes de fotos que registran casi noventa años de vida –el escritor colombiano murió en abril de este año, a los 87–. La Universidad también se hizo con el borrador del discurso con el que García Márquez agradeció el Nobel en 1982 y los recortes de diarios de Latinoamérica y de todo el mundo que dan cuenta de su trayectoria literaria. Como si fuera poco, tampoco se privó de comprar el borrador de la novela En agosto nos vemos, que García Márquez dejó inconclusa.
“Nuestro objetivo central es sostener el legado de García Márquez para que la comunidad internacional pueda acceder a él”, explicó a Clarín ayer Stephen Ennis, director del Centro Harry Ranson. Se trata de un museo y biblioteca especializada en Humanidades que depende de la Universidad de Texas.
Las letras latinoamericanas no son una novedad en esa institución: una parte del archivo de Jorge Luis Borges está allí, donde el autor de El Aleph dictó sus consagratorias conferencias sobre literatura argentina. Y también hay papeles que pertenecieron a Octavio Paz. Según detalló Ennis desde la ciudad de Austin, la familia García Márquez se contactó en diciembre de 2013 con la Universidad para saber si la institución estaba interesada en el archivo del Nobel colombiano.

El Nobel colombiano en plena revisión de “Cien años de soledad”, la novela que inventó el realismo mágico en 1967. Ese manuscrito es uno de los diez originales vendidos a un precio no revelado. / AFP
   El Nobel colombiano en plena revisión de “Cien años de soledad”, la novela que inventó el realismo mágico 
   en 1967. Ese manuscrito es uno de los diez originales vendidos a un precio no revelado. / AFP

“La reputación del Centro Harry Ranson ayudó, y nos pareció una oportunidad excelente. Luego de la muerte de García Márquez viajamos a México D.F. para revisar ese archivo y las negociaciones terminaron recientemente”, contó Ennis, que prefirió no detallar la cifra pagada a la familia.
“Se podrá acceder a la obra por múltiples vías”, sostuvo Ennis. En principio, el material va a ser catalogado y luego podrá ser consultado por estudiantes e investigadores. En ese sentido, tal vez el tesoro más valioso sea la obra inconclusa: “Se podrá leer en nuestra biblioteca pero dependemos de que la familia decida si la editará o no para difundirla más ampliamente”, aseguró el director del centro.
En pleno siglo XXI, otro de los objetivos del trabajo que acaba de empezar es la digitalización del archivo: lo primero que la Universidad de Austin quiere subir a Internet son los manuscritos de los libros ya publicados con las correcciones de García Márquez. “Creemos que es una buena forma de entender cómo construía su literatura”, dijo Ennis.
Esta Universidad tiene la colección más grande de literatura latinoamericana de los Estados Unidos. Pero no es la única entidad ni el único acervo literario. El material de José Donoso fue depositado en Iowa, y Princeton adquirió el archivo personal de Carlos Fuentes, así como las cartas de Elena Garro, entre las que hay unas 90 firmadas por Adolfo Bioy Casares. Es siempre difícil saber cuánto se pagan estos archivos: las universidades (y las familias) son muy reservadas.




Fuente: clarin.com

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