LA COMUNIDAD ITALIANA RECLAMÓ POR LA ESTATUA DE COLÓN EN SU DÍA

Reunidos por el 12 de octubre, volvieron a exigir que no sea trasladada a Mar del Plata.
Banderas. La italiana y la argentina, junto a la plaza donde el Gobierno desarmó el monumento. / FERNANDO DE LA ORDEN
El himno argentino, el himno italiano y el canto de todos: “Colón no se va, Colón no se va, no se va, Colón no se va”. Con la estatua de Cristóbal Colón desmantelada de fondo, unas cien personas participaron ayer del acto convocado por las distintas instituciones que representan a la comunidad italiana en el país. Fue para recordar la llegada del navegante genovés a América y para reclamar que el monumento no se traslade a Mar del Plata para emplazar en su lugar un homenaje a Juana Azurduy, tal como había solicitado la Presidenta a principios de este año.
“En este siglo XXI donde ya hemos superado muchas barreras ideológicas, religiosas y de muchos prejuicios, hoy no deberíamos estar formulando distintas antinomias entre los pueblos originarios y el aporte de la cultura europea al desarrollo de este continente. En todo caso ambas culturas son complementarias y han generado un aporte esencial y abierto, un gran potencial para el desarrollo de este nuevo continente”, decía uno de los párrafos del documento que leyó Darío Signorini, presidente de FEDIBA, también firmado por las organizaciones Fedital, Feditalia, Facia y Comites Bs. As. Del encuentro participaron representantes de ONG como Basta de Demoler y Salvemos a las Estatuas, y hubo críticas al Gobierno de la Ciudad por su falta de colaboración en la organización.
“El 12 de Octubre es el día del descubrimiento de América y se valida la teoría de un gran navegante como ha sido Colón. Por otra parte, reivindicar este acto de amor que significó para nuestra comunidad haber donado esta obra de arte al pueblo argentino con motivo del primer centenario de la Revolución de Mayo”, agregó Signorini.
Michele Munno, un calabrés que llegó al país en 1951 y todos los 12 de octubre participa de los festejos en el monumento, estaba conmovido. “Es una indignación tremenda, lo veo como una provocación. Es absurdo completamente. A pesar de todo soy optimista, creo que Colón va a seguir acá arriba, mirando al río, de donde vino”, expresó.
Entre los asistentes había gente con banderas y carteles, como Julián Luis Ortuondo. “Vivo en Estados Unidos, pero hace un tiempo que estoy acá. Allá hoy es el Día de Colón, Columbus Day, el día del nuevo mundo creado por este genio que está acá atrás. Esa comunidad celebra la diversidad. Acá hoy se lamenta el odio, esa es la gran diferencia. Mi mujer es de Colombia y hoy allá es un día de fiesta, en América es un día de fiesta. Es un día de gran alegría porque todos los que estamos acá no existiríamos si no fuera por este hombre que está ahí”, se sumó.
En los últimos días volvió a ingresar una grúa al predio de la Plaza Colón, y tapiaron la parte baja del monumento. Según anticipó a Clarín Horacio Savoia, abogado que presentó uno de los amparos para impedir el traslado, la jueza que interviene en la causa ya ordenó correr vista a la fiscal para que opine sobre la cuestión de fondo: si el monumento está bajo la órbita de la Ciudad o de la Nación. “Todo hace pensar que estamos cerca de una definición”, apuntó. Los primeros días de septiembre se había prorrogado por tres meses o hasta que se defina la cuestión de fondo la cautelar que impide sacar la estatua de esa plaza.


Fuente: clarin. com


LA ESTATUA DE JUANA AZURDUY ESTARÁ LISTA EN ENERO

Tendrá nueve metros y medio de alto y un peso de ocho toneladas

Tras meses de trabajo conjunto y el aporte de historiadores y escultores bolivianos, Zerneri llegó a la imagen final de la heroína de la independencia. En el monumento puede verse a una Juana Azurduy combativa, que lleva una espada en la mano izquierda y que carga a uno de sus hijos en la espalda. Con la mano derecha, en un gesto protector, cuida a los niños y al pueblo que la siguen.
A partir del mes que viene, una vez que la matriz esté terminada se avanzará en la fundición del bronce y el ensamblado final, lo que tomará cuatro meses de trabajo, estima el artista.
Zerneri aseguró que, una vez terminada, la obra quedará a disposición del gobierno de Bolivia que destinó un millón de dólares para financiar la obra, con la finalidad de que fuera instalada en Buenos Aires el Día de la Confraternidad Argentino-Boliviana, que se festeja el 12 de julio.

Fuente: lanacion.com

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