INCREIBLES RÉPLICAS DE LIBROS DE HORAS MEDIEVALES


NOVIEMBRE, REGRESO DE LA MONTERÍA, F. 28V


La pintura principal del folio 28v. representa el regreso de la cacería. Como en el caso de la del mes de julio (f. 24v.), la escena situada en primer plano –el retorno del grupo de cazadores– está enmarcada por una serie de labores agropecuarias que contrastan con el carácter aristocrático de la práctica cinegética. Asimismo, la composición es prácticamente idéntica, sólo que invertida, a la de la partida para llevar a cabo la caza con halcón: en el centro, el señor, cabalgando sobre un caballo, con las manos enguantadas y con una fina jabalina o verduguillo que toma con la izquierda; junto a su montura, otra con un venado muerto; flanqueándolo, sus sirvientes, que debían acosar y atacar al animal: el de delante, el montero mayor, con una lanza apoyada sobre su hombro izquierdo, un gran cuchillo enfundado colgando y un cuerno de caza colgando a cada lado de su cintura, sujeta una correa con dos lebreles; del que cierra el grupo sólo se percibe la lanza apoyada sobre el hombro derecho. Los siguen dos parejas de perros. La comitiva pasa delante de una propiedad campesina; en las distintas construcciones que la componen tienen lugar diversas tareas: a la izquierda, junto a tres gavillas de cereal atadas, un hombre criba el cereal con un harnero –de forma similar a como aparece en la orla que bordea la segunda parte del mes de agosto del Libro de Horas de Croÿ–, cayendo a sus pies residuos vegetales, como cascabillo, briznas de paja o polvo; en el interior de un cobertizo, un campesino maja con un mayal y otro remueve la parva con una horca de dos gajos. Fuera, gallinas picoteando y cerdos buscando comida; a la derecha, la vivienda campesina y, debajo, una mujer pone alimento a la piara cobijada en otro cobertizo. El fondo muestra un paisaje de finales de otoño, con árboles casi desnudos y, quizá, un campesino dedicado a la caza menor con un bastón al hombro y un zurrón lleno de piezas, como atributos de la estación otoñal.
En la parte inferior de la orla del folio 28v., aparecen unos muchachos jugando a la petanca –juego, conocido desde la Antigüedad–.

Carlos Miranda García-Tejedor (Doctor en Historia)

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