UN MAPA PARA SEGUIR A LA BAUHAUS





La guía unificada y definitiva de la Bauhaus, el movimiento artístico y arquitectónico alemán que sentó las bases del diseño industrial, fue completada y presentada en Berlín por varias instituciones herederas de una de las escuelas de arte más importantes del siglo XX.

La Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos, brilló entre 1919 a 1933.
La Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos, brilló entre 1919 a 1933. 

Por primera vez una guía de viaje persigue el gran recorrido del Bauhaus por las ciudades -de Weimar a Berlín o a Harvard- que recorrió de manos de sus fundadores, artistas de la talla de Walter Gropius, László Moholy-Nagy, Mies van der Rohe, Paul Klee, Marcel Breuer o Vasily Kandinsky.
La obra Guía de Viaje del Bauhaus. Weimar - Dessau - Berlín no requiere ni levantarse del sofá para penetrar en el mito de la "modernidad clásica" y recorrer cien de los puntos esenciales para la historia del movimiento, a lo largo de 300 páginas ilustradas. Ofrece incluso una aplicación para ser manejada desde un teléfono celular.
A los capítulos por época y sede se suman información de fondo y consejos prácticos: "Aquí se puede releer toda la Bauhaus aun sin viajar literalmente", dijo el director de la sede de Dessau, Philipp Oswalt. "Es toda una manera nueva de encarar la Bauhaus", agregó Friedricke Tappe-Hornbostel, de la Fundación Cultural de la Federación, que financia el proyecto.
La publicación conjunta y la necesaria combinación de imágenes, historia e informaciones demuestra que la cooperación entre las tres grandes instituciones de la escuela, en Weimar (Turingia), Dessau (Sajonia-Anhalt) y Berlín (donde está el archivo) se ha hecho realidad a partir de los actos del 90 aniversario de su nacimiento, conmemorado en 2009.
El Bauhaus Archivo-Museo Decorativo de Berlín, la Fundación Bauhaus de Dessau y la Fundación Clásica Bauhaus de Weimar son principales depositarias del legado.
Del 3 de mayo el 12 de agosto, la Barbican de Londres verá una prueba más de esta colaboración, con la mayor exposición en décadas, "Bauhaus: Art as Life", y en paralelo una Escuela de Verano en Dessau.
Aunque sólo duró de 1919 a 1933, y tres veces hubo de cambiar de lugar, la Bauhaus fue la escuela de diseño más influyente de los tiempos modernos y con ella buscaron Walter Gropius y Ludwig Mies van der Rohe demostrar que el Art Nouveau ya era viejo y que la sociedad de masas imponía otra política del gusto.
Fue un tiempo en que los arquitectos prefiguraban el arte. Walter Gropius empezó en 1919 con un famoso manifiesto por el que enviaba al artista de vuelta al taller: "El artista es sólo un artesano mejorado". Profesiones antes insospechadas, como el diseño industrial y gráfico nacieron y se repartieron por esas tres sedes, que en un tiempo brevísimo rediseñaron el espacio estético del siglo.
Gropius defendía que la arquitectura y el diseño reflejasen el cambio de una sociedad tecnocratizada, pero sus audacias no tuvieron gran acogida. Las superficies planas anunciadas por Adolf Loos en Viena, el cristal de Eiffel y la ventana alargada que estaba elaborando Le Corbussier desde "L'Esprit Nouveau", tienen en la Bauhaus su casa. A la Bauhaus se debe asimismo el concepto "interdisciplinar" y conciliador de técnica y arte.
Alumnos de esta escuela fueron Kandinsky, Moholy-Nagy, Lyonel Feininger, Oskar Schlemmer o Paul Klee, y la intención fundacional requería entender el edificio en su conjunto: como obra de arte completa, en su funcionalidad y estética, regresando a la creación basada en el trabajo de bocetos como en los viejos oficios aniquilados por la industrialización.
Tras de la derrota de la I Guerra Mundial, Gropius dio a luz el proyecto que llamó Staatliches Bauhaus (Escuela Estatal de la Construcción), un centro de diseño, arte y arquitectura que sería pionero en vertientes del arte insustituibles para explicar los códigos creativos de la arquitectura y el diseño del siglo XX.
Entonces Alemania era la capital mundial de la modernidad, concebida entre la cínica desestructuración social del cambio de régimen y el pánico, y atracción al tiempo, por el totalitarismo. La utopía y la dinámica artística fueron descalificadas como frías y maquinales, y tuvieron que irse de Weimar.
Sin embargo el constructor de aviones Hugo Junkers los defendió, acogió en Dessau y financió, antes de replicarse brevemente en Berlín y ser cerrada por el nuevo gobierno nacional-socialista. 


Fuente: Revista Ñ Clarín / Ramiro Villapadierna para Agencia DPA

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