Una empleada de una casa de subastas londinense posa para la prensa junto a una tetera antes de una subasta de productos de porcelana, el 22 de noviembre de 2010 en la capital británica.

Una empleada de una casa de subastas londinense posa para la prensa junto a una tetera antes de una subasta de productos de porcelana.

Una mujer rica francoestadounidense enamorada de la porcelana de Longwy (Meurthe-et-Moselle, este de Francia) legó a la ciudad 500.000 dólares (unos 350.000 euros), una cantidad exorbitada para la comuna, que le permitirá mejorar el actual museo dedicado a este arte.
"¡Es la providencia! Es un milagro", explicó entusiasmado a la AFP el alcalde de Longwy, Edouard Jacque.
El alcalde recibió hace unos días una carta de un "notario" estadounidense afincado en Nueva York, Vincent C. Travagliato, en la que le anunciaba la inesperada donación.
"Nos ha costado creérnoslo", confesó Jacque, quien añadió que finalmente se convenció de la noticia tras recibir tres cartas procedentes de Estados Unidos.
El legado aparece en el testamento de Marie-France Dougherty-Manners, originaria de la región de Alsacia (este de Francia) y fallecida el pasado 12 de junio en Nueva York a la edad de 64 años, con la condición de que el museo le dedique una placa con su nombre.
"Puedo garantizarle que (la placa) será extraordinaria", aseguró el alcalde. "Perdió a su segundo esposo, y luego a su hijo, el año pasado. Ya no tenía más herederos", resumió el alcalde de la localidad.
Dougherty-Manners vivió durante su juventud en Herserange, cerca de Longwy, donde se enamoró de las famosas porcelanas, "sobre todo de las más antiguas, fabricadas a partir del siglo XVIII", contó Jacque.
La donación permitirá a la ciudad trasladar su actual museo de porcelana, "mal colocado y viejo" según el alcalde, a la antigua sede del Banco de Francia, situada cerca de la histórica fábrica de lozas, fundada en 1798.