FIN DE LA VISITA DE VARGAS LLOSA AL PAÍS




Tras pasar los últimos tres días en Salta, el premio Nobel de Literatura partió a Madrid.


Ayer recorrió el Museo de Arqueología de Alta Montaña. / Richard Magna

Carlos F. Pastrana
Para LA NACIÓN

SALTA.- El premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa puso ayer punto final a su visita a la Argentina con una recorrida por el Museo de Arqueología de Alta Montaña, donde se atesoran los cuerpos rescatados en 1999 de tres niños ofrecidos en ritos incaicos a 6739 metros de altura, su ajuar, la momia de Chuisca encontrada en Cafayate en 1920 y otros testimonios del pasado.
Anoche viajó de Salta a Buenos Aires para tomar un vuelo que lo llevaría directamente a España, tras una semana de visita en el país, donde brindó una clase magistral en la 37a. Feria del Libro y participó de las deliberaciones de la Sociedad Mont Pelerín, que agrupa a dirigentes liberales de distintas disciplinas de todo el mundo.
El laureado escritor peruano permaneció en Salta durante el fin de semana. Fue agasajado, el viernes, con una comida por el gobernador Juan Manuel Urtubey, en la residencia Las Costas.
Urtubey ayer habló del "honor" que significó para Salta que Vargas Llosa haya viajado a conocer la cultura de la provincia. Trató además de separar la controversia política que signó el viaje de Vargas Llosa al país, cuestionado por intelectuales del kirchnerismo que intentaron impedir que disertara en la Feria del Libro.
Pero aclaró: "Recibirlo no significa compartir sus ideas políticas, eso hace más amena la charla. También con (Jorge Luis) Borges tenemos diferencias los peronistas y no por eso vamos a negar su calidad literaria y su aporte. Con Vargas Llosa son hombres de la cultura, ciudadanos del mundo".
Acompañado por su esposa, Patricia; su hijo Alvaro y su esposa, y el presidente de la Fundación Libertad, Gerardo Bongiovanni, Vargas Llosa recorrió ayer el Museo de Arqueología de Alta Montaña, donde se guardan los cuerpos rescatados en 1999 por la expedición de la National Geographic Society del volcán Llullaillaco.
El autor de La guerra del fin del mundo recorrió la muestra momentos antes de que fuera abierta al público y dejó sentado en el libro de visitantes que le había resultado "muy interesante". Y amplió: "(Es una muestra) de nuestro pasado común, hecha con rigor científico y gran respeto y reverencia a una civilización que unió a todos los pueblos sudamericanos".
Vargas Llosa recorrió el museo con una actitud sobria, escuchó las explicaciones que le ofrecieron, leyó textos, miró el ajuar y los videos que acompañan la exhibición de las reliquias y se detuvo frente a la vidriera climatizada de El Niño, que junto con la Doncella y la Niña del Rayo tiene sus cuerpos perfectamente conservados y parecen dormidos.
Preguntó si había cuestionamientos, ya que hay sectores enteros de museos que han debido cerrarse en el mundo, y le explicaron que era imposible devolver los cuerpos al Santuario de Altura y que había acuerdo con los pobladores andinos de que en adelante ellos cuidarían sus ancestros. La conservación obligó a desarrollar una tecnología con aportes del Invap, le explicaron Leonardo Mercado y Mario Bernacky, que oficiaron de guías.
Tras la visita al Museo de Arqueología de Alta Montaña, el ministro de Turismo y Cultura de Salta, Carlos Federico Posadas, le obsequió tejidos artesanales típicos. El gobernador Urtubey se acercó a saludarlo momentos antes de que Vargas Llosa emprendiera el regreso a Buenos Aires y recibió de sus manos un libro del premio Nobel de Literatura 2010.




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