LOS MAYAS HABRÍAN DESAPARECIDO
A RAÍZ DE UN COLAPSO AMBIENTAL



Así lo sostiene el arqueólogo estadounidense Richard Hansen, que lleva 30 años estudiando esa civilización.

Una máscara de jade de un rey maya expuesta en el Museo Nacional de Antropología e Historia de Ciudad de México, en la muestra 'Rostros de la Divinidad', el pasado12 de agosto. Foto: Luis Acosta/AFP


El fin de la civilización maya se debió a la excesiva tala y deforestación, según el arqueólogo y ambientalista estadounidense Richard D. Hansen.
"Se trató de un colapso", dijo Hansen en el marco de una conferencia magistral durante la inauguración del III Congreso Internacional de la Cultura Maya. Según detalló, en esa región hubo "un abandono a largo plazo y la destrucción del sistema social y económico que mantiene a un Estado".
Además del deterioro del medio ambiente, también destacó los daños al sistema agrícola como factores que llevaron a esa civilización a su fin.
Para el arqueólogo de la Universidad Estatal de Idaho, las ciudades del período preclásico (1000 a.C.-150 d.C.) fueron "las más grandes del mundo en cuanto a su volumen, incluso las de mayor población en Mesoamérica".
Según se publicó en la prensa mexicana, la caída de esas ciudades sucedió en el período Preclásico Tardío, cerca del 150 D.C., debido a la explotación desmedida de los recursos naturales.
"Fue similar al ocurrido a finales del periodo Clásico (300-900 d.C.), en ciudades como Palenque, Copán y Tikal, a causa del daño ambiental, derivado de la excesiva tala para la quema de cal y la producción de estuco con el que se recubrían los edificios", explicó Hansen.
El "consumo 'conspicuo' de los recursos naturales causó deforestación y daños en el sistema agrícola, lo que impidió cultivar la suficiente cantidad de alimentos para mantener a una población que para esa época llegaba alrededor de un millón de habitantes en toda la Cuenca", concluyó el arqueólogo.
Hansen dirige el proyecto de investigación Cuenca Mirador en Guatemala, que incluye los sitios el Mirador, Nakbé, Wakná, Tintal y Nacchtum, en Guatemala. Y según explicó llegó a esta conclusión luego de 30 años de estudio y recopilación de evidencias arqueológicas como polen, isótopos, cerámica y lítica, que le han permitido comprobar la agresión ambiental.
El III Congreso Internacional de la Cultura Maya, que convoca a más de 200 especialistas, inició este lunes y se llevará a cabo hasta el 28 de marzo en Mérida, capital del estado mexicano de Yucatán.

Fuente texto: clarin.com

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