BUENOS AIRES ESPECTACULAR



MULTITUD. MAS DE 120 MIL PERSONAS SE ADUEÑARON DEL ESPACIO PUBLICO PARA DISFRUTAR EN LA 9 DE JULIO DEL SHOW DEL TENOR PLACIDO DOMINGO.

Por Berto González Montaner

EDITOR JEFE ARQ

A principios de los años 90 realizamos en el suplemento de Arquitectura una encuesta con arquitectos porteños donde preguntábamos ¿Qué le falta a Buenos Aires? Una de las respuestas recurrentes fue: un gran auditorio. Tal vez, estaba en su memoria el proyecto para el Auditorio de Buenos Aires, de 1971, en los terrenos de la ex Penitenciaría, hoy Plaza Las Heras, abortado por la dictadura. Esta iniciativa, producto de un concurso de anteproyectos, tenía un importante antecedente: el proyecto de un gran auditorio para la Ciudad propuesto por el peronismo en 1948 con la intención de volver masivos los acontecimientos artísticos. Volviendo a la encuesta, casi 20 años después, varias iniciativas del sector público y del privado están convirtiendo este reclamo en realidad. Y ayudando a consolidar a Buenos Aires como gran capital cultural de América Latina. En la Ciudad, además del renovado Teatro Colón, se están construyendo al menos dos grandes auditorios en antiguos edificios patrimoniales. Y en la zona norte del GBA está en vías de ejecución un estadio multifunción: el Arena San Isidro, diseñado por el uruguayo Carlos Ott. Quien haya pasado por el ex Palacio de Correos y Telégrafos (1888-1928) en el Bajo porteño lo habrá visto enfundado en telas y andamios. Adentro se está produciendo un cambio revolucionario para convertir esta joya neoclásica en el Centro Cultural del Bicentenario. El cuerpo del frente, donde están los históricos salones Eva Perón, de los Escudos, del Honor y el área donde funcionaba el correo, ha sido restaurado incluyendo su gran cúpula. La parte posterior, compuesta por una inmensa nave industrial donde se realizaba la operación logística del despacho de cartas, ha sido vaciada y están construyendo una gran sala de conciertos con más de 2.000 localidades. Por encima de este gran auditorio habrá varios niveles con salas de exposiciones que culminarán en una gran terraza mirador de acceso público. En el Sur, en La Boca, otro ex edificio industrial está siendo reciclado para albergar las orquestas Filarmónica de Buenos Aires y Sinfónica Nacional. Bajo el título la Usina de la Música, en el interior del mágico edificio de estilo románico lombardo proyectado por Juan Chiogna para la compañía Italo Argentina (1916), están construyendo una sala con capacidad para 1.600 espectadores, otra de cámara para 500 personas y una de ensayos para 250 músicos y coreutas. Desde el ámbito privado Arena San Isidro aspira a ser uno de los íconos del Bicentenario. El estadio, de unos 50.000 metros cuadrados y para 15.000 espectadores, estará preparado para recitales, shows deportivos y eventos culturales. El complejo según los renders publicados parece una gran nave metálica o más bien un gigantesco insecto tecnológico posado en los jardines del Jockey Club de San Isidro. ¿El objetivo? No pasar desapercibido, convertirse en una meca del entretenimiento y el espectáculo. El jueves, el espacio público porteño fue una vez más el lugar por excelencia de intercambio, de expresión social, política y cultural. Bombos, murgas, columnas de militantes unidas bajo pancartas desembocaron en un show multitudinario en la Plaza de Mayo. A pocas cuadras, bajo el Obelisco, unas 120.000 personas ovacionaron a Plácido Domingo. Dos días después, el sábado 26 durante la noche, nuevamente miles de porteños y turistas se lanzaron a la calle a disfrutar de “La noche en vela”. Buenos Aires movilizada por la memoria, la verdad y la justicia; Buenos Aires movilizada por la cultura. Es fantástico que todo esto suceda… La arquitectura puede ayudar generando los escenarios apropiados. Pero, en manos expertas, potenciar estos fenómenos. Por caso, en Rosario empiezan a construir el Puerto de la Música, auditorio proyectado por el célebre arquitecto brasileño Oscar Niemeyer que persigue un objetivo no menor, como asegura el mismo: “…garantizar que el espectáculo no se limite sólo a los que están en la platea, sino que también alcance a los de afuera, 20 o 30 mil personas, pudiendo disfrutar del mismo.” El escenario propuesto tiene una gigantesca compuerta posterior que lo abre a una gran plaza pública.

Fuente:clarín.com

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